Una moto ya de leyenda, quizás la mejor big naked de todas las habidas, estéticamente atemporal, mecánicamente sublime. Se renovó en 2015 y amplió la gama en una versión más radical: Racer.
Un cambio sutil pero muy acertado a una estética retro, manteniendo alma y esqueleto. Su mercado de ocasión es realmente bueno; no encontraremos mucho donde escoger, más aún desde su reciente fin de comercialización en España.
Podemos recurrir a versiones más antiguas sin reparos, donde se gana en comodidad a la hora de viajar.